Identificar y apoyar a los alumnos con dispraxia

 Identificar y apoyar a los alumnos con dispraxia

Leslie Miller

Todos los hemos conocido: esos alumnos que se caen de la silla sin motivo aparente o que tropiezan con sus propios pies a diario, que dejan un rastro de sus cosas allá donde van, que parecen necesitar arrastrar un dedo por la pared, que tienen una letra ilegible o que no saben saltar o atrapar o lanzar o atarse los zapatos. Tanto si un alumno marca todas las casillas de esa lista como si sólo marca algunas de ellas, el problema puede seralgo más que desorganización o torpeza. El alumno puede tener dispraxia.

La dispraxia -también denominada trastorno del desarrollo de la coordinación (TDC) o trastorno específico del desarrollo de la función motora (TEDMF)- afecta al desarrollo motor fino y grueso y puede causar retrasos en las actividades normales del desarrollo en aproximadamente el 10 por ciento de la población. Según la Dyspraxia Foundation, "aunque se desconocen las causas exactas de la dispraxia, se cree que está causada por una alteración enla forma en que los mensajes del cerebro se transmiten al cuerpo. Esto afecta a la capacidad de una persona para realizar movimientos de forma suave y coordinada".

Ver también: La ciencia de la normalización en el aula

En pocas palabras, la dispraxia es un fallo en los mensajes entre el cerebro, el sistema nervioso y los músculos. Las sensaciones de tu trasero en una silla, tus pies en el suelo, el aire en tu piel... todo te ayuda a encontrar tu lugar en el espacio que te rodea. Si de repente se pierde una parte de la información, es como si el suelo o la silla desaparecieran de repente. Los niños con dispraxia no pueden confiar en que los mensajes que les envía su cerebro sean correctos.que reciben los cerebros -mensajes que el resto de nosotros damos por sentados- son precisos.

¿Qué aspecto puede tener la dispraxia?

Poca fuerza muscular (especialmente en el tronco): Los niños con dispraxia pueden encorvarse, desplomarse, resbalarse de la silla o inclinarse porque carecen de la fuerza central que tienen muchos de sus compañeros. A medida que crecen, no adquieren esa fuerza de forma natural, y el mero hecho de estar sentados todo el día puede resultar agotador. Pueden ser más propensos a caerse a medida que avanza el día.

Ver también: Por qué los alumnos deben escribir en todas las asignaturas

Los niños con dispraxia pueden tener problemas con la motricidad fina porque carecen de fuerza en las manos para agarrar un lápiz o un lápiz de color, y hacerlo durante largos periodos de tiempo les resulta agotador.

Torpeza: Quizá no nos demos cuenta de la cantidad de pequeños movimientos musculares que realizamos al llevar a cabo tareas sencillas, como meter los papeles en una carpeta de tres anillas o preparar una mochila. A la mayoría de los niños les basta con dos o tres intentos para dominar estas destrezas y, una vez conseguidas, se quedan fijas para toda la vida. A los niños con dispraxia les cuesta aproximadamente 100 intentos dominar estas destrezas.

Función ejecutiva deficiente: No es infrecuente que los alumnos con dispraxia tengan dificultades para seguir instrucciones, sobre todo las que constan de varios pasos. Gestionar los materiales, organizarse y mantenerse organizado, planificar con antelación... todo ello supone un reto especial para estos niños.

Dificultades sociales y de comportamiento: La combinación de agotamiento, incapacidad para seguir la pista de los materiales y falta de habilidades que sus compañeros adquieren más fácilmente -saltarse, correr, coger o lanzar una pelota, montar en bicicleta- hace que los alumnos con dispraxia sean visibles y blancos fáciles para los acosadores.

Apoyo a los alumnos con dispraxia

Juega: Los niños con dispraxia corren un mayor riesgo de aislamiento, depresión y ansiedad porque tardan más en adquirir habilidades como lanzar o coger una pelota, correr y saltar, y en aprender las reglas de juegos escolares más complejos. También corren riesgo de obesidad porque se frustran al intentar adquirir estas habilidades -y tienden a ser objeto de burla por no hacer las cosas tan bien como sus compañeros-.se rinden y, en consecuencia, no realizan suficiente actividad.

Encuentre tiempo para que los alumnos jueguen juntos a juegos tontos en clase, juegos en los que nadie tenga ventaja porque todos son novatos. Evite los juegos que pongan a un solo niño en el punto de mira como centro de atención. Céntrese en divertirse juntos como comunidad. Para ideas de juegos, consulte el libro Los mejores juegos nuevos o prueba los juegos para romper el hielo Sopla un gran viento o Carrera de cocodrilos.

Prestar atención a los retos de la primera infancia: La dispraxia puede manifestarse primero como pequeños retrasos en el desarrollo. Si los padres observaron que su hijo tardaba en sentarse, andar, ponerse de pie, hablar o aprender a ir al baño, es posible que puedan ayudarle a determinar si las cosas que está viendo forman parte de un patrón más amplio. No tenga miedo de preguntar qué ocurrió en la vida del niño antes de que entrara en su clase.

Enseñe previamente nuevas habilidades y proporcione instrucciones que los niños puedan consultar por sí mismos: Los alumnos con dispraxia tendrán más éxito si tienen la oportunidad de practicar primero las destrezas (jugar a un nuevo juego, utilizar un taladro de tres agujeros o tomar notas al margen de un texto) en un entorno de bajo riesgo. Aprender una nueva estrategia y un nuevo contenido al mismo tiempo es un reto para los alumnos neurotípicos, pero para los alumnos con dispraxia puede ser un desastre basado en la frustración.

Divida las acciones en pasos más pequeños: ¿Alguna vez ha prestado atención a cuántos músculos utiliza para lanzar una pelota? ¿Para dibujar una línea entre un elemento y otro en una hoja de trabajo? ¿Para sentarse erguido en el suelo y pasarse elementos de mano en mano alrededor del círculo? La memoria muscular suele ser un problema para los niños con dispraxia, y aprender cualquier habilidad motriz va a requerir tiempo y esfuerzo adicionales. Enseñe los pasos individuales y dé tiempo parapráctica antes de pedir que se demuestren delante de los compañeros.

A los alumnos con dispraxia les cuesta recordar instrucciones de varios pasos: "Quítate el abrigo, cuélgalo en el gancho y ven a sentarte en el círculo" y "Saca los deberes de anoche, pásalos adelante y abre el libro por la página 72" son todo un reto. Escribe las instrucciones en la pizarra y redirige a los alumnos que parezcan perdidos a mitad del proceso.

Proporcionar apoyo organizativo: Organizar proyectos de varios pasos también puede suponer un reto. Es posible que ya organice grandes proyectos en partes más pequeñas para sus alumnos, pero los niños con dispraxia necesitan más apoyo. Considere la posibilidad de comprobar con ellos con frecuencia, crear puntos de referencia concretos para los procesos y volver a enseñar las habilidades hasta que finalmente pasen a un uso regular.

Consulta al terapeuta de tu escuela: El terapeuta ocupacional o el fisioterapeuta de su centro escolar no sólo pueden proporcionar un diagnóstico, sino también ayudar a los alumnos a adquirir fuerza y destrezas. Si la familia de un alumno puede proporcionarle apoyo para realizar tareas adicionales, el terapeuta puede proporcionarle también un plan para casa. Y las opciones flexibles de asiento pueden ser una verdadera ayuda para estos alumnos.

Los alumnos con dispraxia pueden convertirse en estudiantes felices y de éxito con el apoyo adecuado, y eso empieza por identificar el problema. Reconocer el trastorno y ayudar al niño a encontrar las herramientas adecuadas puede marcar la diferencia.

Leslie Miller

Leslie Miller es una educadora experimentada con más de 15 años de experiencia docente profesional en el campo de la educación. Tiene una Maestría en Educación y ha enseñado en los niveles de primaria y secundaria. Leslie es una defensora del uso de prácticas basadas en evidencia en la educación y disfruta investigando e implementando nuevos métodos de enseñanza. Ella cree que todos los niños merecen una educación de calidad y le apasiona encontrar formas efectivas de ayudar a los estudiantes a tener éxito. En su tiempo libre, a Leslie le gusta caminar, leer y pasar tiempo con su familia y sus mascotas.